Las relaciones a distancia sin contacto físico son cada vez más comunes y no por ello menos extrañas. Parece difícil imaginar que dos personas puedan quererse y amarse sin haberse tocado. Pero aún más extraño es que dos personas puedan romper una relación de pareja sin haberse visto en persona. A pesar de esto, también hay que pensar en las ventajas. La distancia puede provocar que haya menos tensiones, menos discusiones y menos problemas. Por ejemplo, con el reciente confinamiento por el Covid-19, muchas parejas han roto y muchos matrimonios se han acabado. Haber pasado dos meses o tres encerrados en un mismo espacio ha sacado todas la cosas negativas de ambas personas.
Las relaciones a distancia no han tenido este problema, porque la situación no ha cambiado para esas personas. Pero resulta difícil pensar que una pareja pueda salir adelante sin contacto, sin besos, sin abrazos o sin sexo. Al final, como es lógico, todo depende de cada persona y de lo que busque realmente en una relación. Hay gente que se conforma con tener a alguien con quien hablar. Otras personas, sin embargo, quieren y necesitan ese contacto físico de una manera constante. El equilibrio lo marcan las dos personas que están involucradas en esa relación. Por lo tanto, el éxito o el fracaso depende de ambos miembros de la pareja y de sus personalidades.
Relaciones a distancia sin contacto físico
Quien escribe este artículo de opinión reconoce que nunca ha tenido una relación de pareja a distancia. De hecho, ni siquiera se lo ha planteado como una posibilidad. Pero sí ha visto esa situación y la verdad es que no deja de ser algo peculiar. Es difícil entender que una pareja pueda establecer siquiera un aniversario de inicio de la relación. También cuesta entender que pasen 2 años y esa pareja se rompa sin haberse visto en persona. ¿Qué ha podido pasar entre ambos? Imagino que lo mismo que en otras parejas, pero ni siquiera se han abrazado o besado. No son conscientes de que esa parte es también importante en cualquier relación amorosa.
No se puede establecer un porcentaje de importancia de lo físico y lo personal en una relación. Parece difícil pensar que sea 50-50 pero la parte física tiene un peso importante que la parte emocional no puede contrarrestar. A veces, un beso puede arreglar algo que las palabras de un frío chat no pueden. Un abrazo puede solucionar una discusión y una noche de sexo y pasión puede hacer olvidar algunos problemas.
El equilibrio es complicado de conseguir, a distancia o en persona. Pero la parte física tiene su peso y no se puede ni se debe evitar. Antes o después, la relación a distancia debe cambiar su condición o no irá a ninguna parte.